EL MUNDO vs LA TELEMEDICINA
En 1951 en la Feria Mundial de Nueva York, se dio la primera demostración de telemedicina, abarcando varios estados americanos, mediante el empleo de líneas de comunicación y estudios de televisión. En 1955, el doctor Albert Jutras comenzó a hacer radiología en Montreal, para evitar las altas dosis de radiación que recibía mientras practicaba fluoroscopias, permaneciendo separado de la sala donde se realizaba la exploración por un tabique plomado. En 1959, Cecil Wittson en el Instituto Psiquiátrico de Nebraska, inició los primeros cursos de tele-educación y de tele-psiquiatría, entre su Hospital y el Hospital del Estado en Norfolk, Virginia, a 180 kilómetros de distancia, ampliándolo rápidamente a la población reclusa.

La NASA, Administración Aeronáutica Espacial Americana, comenzó a principios de los años 60 con estudios de telemetría médica para sus vuelos espaciales, realizando pruebas con los trajes de astronauta en pilotos de prueba. En 1971 hizo la primera experiencia utilizando satélites espaciales, con el ATS lanzado en 1966, que permitió desarrollar la vídeo consulta médica para mejorar la calidad de la asistencia en el centro médico de una población remota de Alaska, Anchorage, con 4 estaciones terrenas de televisión en blanco y negro y una única con capacidad de recepción; los 5 puestos estaban provistos de audio en ambos sentidos y 2 de ellos no tenían médico permanente.

Este primer experimento exploratorio, evaluado por el Instituto Stanford de California, indicó que el sistema permitía hacer consulta médica de cualquier tipo, excepto de emergencias, que no podían resolverse al carecer de cobertura por satélite las 24 horas.

En 1974, la NASA contrató a la empresa SCI de Houston, Texas, para hacer un estudio que determinara los requisitos mínimos necesarios para establecer el tele-diagnóstico.

El experimento se realizó utilizando un simulador. Primero se realizó una grabación en vídeo y circuito cerrado, de como se hacían los exámenes médicos por una enfermera con la supervisión de un médico. Luego, las cintas fueron degradadas electrónicamente para simular un sistema de televisión de calidad inferior a la televisión convencional por las posibles pérdidas de señal en el camino. Finalmente, el vídeo degradado se expuso al estudio de un elevado número de médicos que trataron de llegar a un diagnóstico correcto con dichas imágenes, reconociendo signos físicos clave en cada paciente.

En 1988, la NASA lanzó su primer programa internacional de telemedicina, el puente espacial (Space Bridge) con Armenia-Ufa, entonces república soviética. En diciembre del mismo año, un terremoto asoló esa república soviética y la oferta que partió de Estados Unidos consistió en la realización de consultas médicas desde el lugar del desastre con diversos centros médicos en E.U., extendiéndose posteriormente el programa a Ufa, para socorrer a los quemados en un terrible accidente de tren. Este proyecto demostró que la telemedicina, utilizando una red de satélites, puede atravesar las barreras políticas, culturales, sociales y económicas. Está claro pues que aunque en problemas con la tele-educación, la actividad telemédica es quizá la que más ha avanzado en el mundo y que sin duda con la llegada de internet, de la televisión IP y de la tecnología UMTS, o del wireless local loop, la formación profesional continuada al menos en salud, será un éxito.

En 1999, el grupo JM Communication de Portugal, anunció que pondría en escena su canal TV Medicina por cable. Portugal tiene casi 900.000 abonados al cable (telecabo), de los cuales más de 15.000 son médicos, es decir, el 60% de los profesionales de aquel país. TV Medicina tiene, seis meses después de su lanzamiento, más de 8.000 médicos inscritos. La tele-educación por satélite es otro espacio que trata de abrirse en estos momentos, en los países que están en capacidad de asumir esos costos.
 
http://www.periodicoelpulso.com/html/dic02/general/general-06.htm
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